A mitad de la reunión, al Zorzal Criollo le habrían entrado muchas ganas de cagar. Sin embargo, no podía excusarse y abandonar la sala, por lo que no estaba de su mejor humor. Entonces, uno de los empresarios americanos preguntó qué opinaba el intérprete de las condiciones del contrato, a lo que respondió:
"Tengo un tereso en la tapuer del locu"
Alegre, el traductor repitió:
"Ah... Tiene un interés loco"